“Ahora extiende la mano y agárrala por la cola”, le dijo el Señor a Moisés. Moisés lo hizo y se convirtió en un bastón en su mano.
“Ve y recógela”, le dijo Eliseo al hombre. Entonces éste extendió la mano y la recogió.
Pisotearás leones y serpientes; hollarás crías de leones y víboras.
“Tíralo al suelo”, le dijo a Moisés. Así lo hizo Moisés. Se transformó en una serpiente y Moisés huía de ella.
“Debes hacer esto para que crean que yo, el Señor, me aparecí delante de ti. E Dios de sus padres, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob”.
y podrán manipular serpientes, y si toman algo venenoso no les hará daño alguno; pondrán sus manos sobre los enfermos y estos serán sanados”.
Sí, yo les he dado poder para pisar sobre serpientes y escorpiones, y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les hará daño.
Su madre dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que él les diga”.