Entonces los levitas llevaron el Arca de Dios de la manera que Moisés había ordenado, según lo que Dios había dicho: sobre sus hombros, usando las varas especiales para transportarla.
Y yo respondí: “Mi Señor, tú sabes la respuesta”. Entonces me dijo: “Estos son los que han pasado por gran persecución. Y han lavado sus túnicas, blanqueándolas por medio de la sangre del Cordero.