Debes dar instrucciones a todos los obreros hábiles, a los que han recibido de mí sus habilidades, sobre cómo hacer la ropa para la dedicación de Aarón, para que pueda servirme como sacerdote.
Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era de Tiro, un artesano que trabajaba el bronce. Hiram tenía una gran experiencia, entendiendo y conociendo toda clase de trabajos en bronce. Acudió al rey Salomón y llevó a cabo todo lo que el rey le pidió.
Los ha dotado de habilidad para hacer todo tipo de trabajos como grabadores, diseñadores, bordadores en hilo azul, púrpura y carmesí, y en lino finamente tejido, y como tejedores, de hecho como hábiles diseñadores en todo tipo de artesanía”.
“Así que Bezalel, Aholiab, y todos los demás artesanos con la experiencia necesaria y con la habilidad y la capacidad dadas por el Señor, deben trabajar para llevar a cabo todo el trabajo de construcción del santuario como lo ordenó el Señor”.
Moisés convocó a Bezalel, a Aholiab y a todos los artesanos a los que el Señor les había dado habilidades especiales, para que vinieran a hacer el trabajo.
Descansará sobre él el Espíritu del Señor, que es Espíritu de sabiduría y de entendimiento, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Oro para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les conceda un espíritu de sabiduría para que lo vean y lo conozcan como él es realmente.
Josué, hijo de Nun, se llenó de espíritu de sabiduría porque Moisés había puesto sus manos sobre él para dedicarlo. Los israelitas atendieron y siguieron las instrucciones que el Señor le había dado a Moisés.
Todo lo que es bueno, todo don perfecto, viene de arriba, y desciende del Padre que hizo las luces del cielo. A diferencia de ellas, él no cambia, él no varía ni arroja sombras.