A Moisés se le dijo de antemano: “Yo, tu suegro Jetro, vengo a verte junto con tu esposa y sus dos hijos”.
El suegro de Moisés, Jetro, junto con la esposa y los hijos de Moisés, fue a verlo en el desierto en el campamento cerca de la montaña de Dios.
Moisés salió al encuentro de su suegro y se inclinó y le besó. Se preguntaron cómo estaban y luego entraron en la tienda.
Moisés puso a su esposa e hijos sobre un asno y regresó a Egipto, llevando el bastón que Dios había usado para hacer milagros.