Los descendientes de Ismael habitaron la región de Havila hasta Sur, cerca de la frontera de Egipto, en dirección de Asur. Y siempre estaban peleando unos con otros.
Todos los israelitas dejaron el desierto de Sin, yendo de un lugar hacia otro, según las órdenes del Señor. Acamparon en Refidim, pero no había agua para que el pueblo la bebiera.
“Los ancianos de Israel aceptarán lo que tú digas. Entonces debes ir con ellos al rey de Egipto y decirle: ‘El Señor, el Dios de los hebreos se nos ha revelado. Así que, por favor, hagamos un viaje de tres días al desierto para poder ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios allí’.
Se mudaron de Pi-hahirot y cruzó por el medio del mar hacia el desierto. Viajaron durante tres días al desierto de Etham y establecieron un campamento en Marah.
Durante ese tiempo, David y sus hombres hicieron incursiones contra los guesuritas, los girzitas y los amalecitas. Estos pueblos habían vivido en la tierra hasta Sur y Egipto desde tiempos antiguos.