El pueblo de Israel que estaba allí, en Jerusalén, celebró con gran entusiasmo la Fiesta de los Panes sin Levadura durante siete días, y cada día los levitas y los sacerdotes alababan al Señor, acompañados de fuertes instrumentos.
“Guardarán el Festival de los Panes sin Levadura. Durante siete días comerán panes sin levadura, como se los he ordenado. Lo harán en el momento indicado en el mes de Abib, porque ese fue el mes en que salieron de Egipto.