que estaba entre los que fueron tomados como prisioneros con el rey Joaquín de Judá y llevados al exilio desde Jerusalén por el rey Nabucodonosor de Babilonia.
Joaquim, rey de Israel, se rindió al rey de Babilonia, junto con su madre, sus oficiales, sus comandantes y sus funcionarios. Fue en el octavo año de su reinado cuando Nabucodonosor capturó a Joaquim.
Nabucodonosor llevó al exilio en Babilonia a los que no habían sido asesinados. Fueron esclavos para él y sus hijos, hasta que el reino de Persia tomó el control.
El Señor dijo a Joaquín, hijo de Joacim, rey de Judá: Vivo yo, declara el Señor, que aunque fueras un anillo de sello en un dedo de mi mano derecha, te arrancaría.
¿Quién es este hombre Joaquín? ¿Una vasija rota que ha sido desechada, algo que nadie quiere? ¿Por qué lo han echado a él y a sus hijos, exiliados en un país desconocido?
El Señor me mostró en visión dos cestas de higos colocadas delante del Templo del Señor. Esto sucedió después de que Nabucodonosor, rey de Babilonia, llevara a Babilonia a Joaquín, hijo de Joacim, rey de Judá, así como los dirigentes de Judá y los artesanos y metalúrgicos de Jerusalén.