De la tribu de Isacar vinieron líderes que conocían y podían entender los signos de los tiempos y lo que Israel debía hacer: un total de 200 líderes de la tribu junto con sus parientes.
Todo el mundo debería respetarte, Rey de las naciones. Así es como deben tratarte. No hay nadie como tú entre todos los sabios de todas las naciones y reinos.
Así que el rey convocó a los magos, encantadores, hechiceros y astrólogos para que le contaran lo que había soñado. Llegaron y se pusieron delante de él.
El rey gritó: “¡Traigan a los encantadores, astrólogos y adivinos!” Les dijo a estos sabios de Babilonia: “El que pueda leer esta escritura y explicármela será vestido de púrpura y se le pondrá una cadena de oro al cuello, y se convertirá en el tercer gobernante del reino”.
pero por la mañana dicen: ‘habrá mal tiempo hoy, porque el cielo está rojo y nublado’. ¡Ustedes saben predecir el clima por cómo se ve el cielo, pero no son capaces de reconocer las señales de los tiempos!