Mientras aún hablaba, llegó otro mensajero y dijo: “El fuego de Dios cayó del cielo y prendió fuego a las ovejas y a los pastores y los quemó. Sólo yo escapé para traerte esta noticia”.
cuando de repente llegó un tremendo viento del desierto. Golpeó la casa por los cuatro costados, se derrumbó sobre ellos, y murieron. Sólo yo escapé para traerte esta noticia”.
Señor, por tu poder, sálvame de personas cuyos únicos pensamientos son de este mundo. Que se llenen con lo que tienes reservado para ellos, sus hijos también, ¡con sobras para sus nietos!
La tragedia llega a mis hijos rebeldes, declara el Señor. Hacen planes que no vienen de mí; hacen alianzas contra mi voluntad, añadiendo pecado al pecado.
Porque el país está lleno de gente que comete adulterio, por lo que está bajo una maldición. La tierra está de luto y los pastos del desierto se han secado. La gente vive mal, usando su energía para hacer el mal.
Pero el Hijo del hombre, por el contrario, vino y festejó y bebió, y la gente dice: ‘¡Miren, es un glotón y bebe mucho; es amigo de los recaudadores de impuestos y de los pecadores!’ Pero la sabiduría demuestra ser correcta por los resultados de lo que hace”...
Las semillas que fueron sembradas entre los espinos son las personas que escuchan el mensaje, pero luego las preocupaciones de la vida y la tentación por el dinero ahogan el mensaje y éste no produce fruto.
pero las preocupaciones de este mundo, la tentación por las riquezas, y otras distracciones ahogan el crecimiento de la palabra, y se vuelve infructuosa.
“El hombre rico felicitó a su administrador deshonesto por su idea ingeniosa. Los hijos de este mundo son más astutos los unos con los otros, que los hijos de la luz.
Después de haber mojado el trozo de pan, lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Cuando Judas tomó el pan, Satanás entró en él. “Lo que vas a hacer, hazlo rápido”, le dijo Jesús.
Si ustedes fueran parte de este mundo, el mundo los amaría como parte suya. Pero ustedes no son parte del mundo, y yo los separé del mundo—por eso el mundo los odia.
El padre de ustedes es el Diablo, y ustedes aman seguir los deseos malos de él. Él fue un asesino desde el principio. Nunca estuvo de parte de la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando él miente, revela su verdadero carácter, porque él es un mentiroso y padre de mentiras.
Después de que el secretario de la ciudad logró silenciar a la turba, les dijo: “Pueblo de Éfeso, ¿quién no sabe que la ciudad de los Efesios es guardiana del templo de la gran Artemisa y de su imagen que cayó del cielo?
Entonces Pedro le preguntó: “Ananías, ¿por qué Satanás ha entrado a tu corazón para mentir al Espíritu Santo y reservarte parte del dinero de la tierra que vendiste?
No sigan los caminos de este mundo; por el contrario, sean transformados por la renovación espiritual de sus mentes, a fin de que puedan demostrar cómo es realmente la voluntad de Dios: buena, agradable, y perfecta.
Y no me refería a la gente inmoral de este mundo que tiene codicia y engaña a otros, o a los que son idólatras, pues de ser así tendrían que irse de este mundo.
Algunos de ustedes eran así, pero han sido limpiados y santificados. Han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo, y en el Espíritu de nuestro Dios.
El dios de este mundo ha cegado las mentes de los que no creen en Dios. Ellos no pueden ver la luz de la buena noticia de la gloria de Cristo, quien es la imagen de Dios.
por encima de cualquier otro gobernante, autoridad, poder o señor, o de cualquier líder, sin importar los títulos, y no solo en este mundo sino también en el mundo por venir.
Así que ustedes, que son “extranjeros” humanamente hablando, llamados “incircuncisos” por los que son “circuncisos” (que es apenas un procedimiento realizado por seres humanos), necesitan recordar
Todos una vez fuimos así, y nuestra conducta estaba determinada por los deseos de nuestra naturaleza humana pecaminosa y nuestros malos pensamientos. Como todos los demás, en nuestra naturaleza éramos hijos de la ira.
No estamos peleando contra fuerzas humanas, sino contra poderes y gobernantes sobrenaturales, contra los señores de las tinieblas de este mundo, contra las fuerzas espirituales de maldad que están en los cielos.
Ante los ojos de nuestro Dios y Padre, la religión pura y genuina consiste en visitar huérfanos y viudas que sufren, y guardarse de la contaminación del mundo.
¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Los que quieren ser amigos del mundo se convierten en enemigos de Dios.
En el pasado vivieron mucho tiempo siguiendo los caminos del mundo: inmoralidad, complacencia sexual, orgías, fiestas, borracheras, e idolatría abominable.
Siempre están en búsqueda de relaciones adúlteras, y no pueden dejar de pecar. Seducen a quienes son vulnerables, y se han entrenado en la codicia; son una descendencia maldita.
Así es como podemos distinguir a los hijos de Dios y los hijos del diablo: todos aquellos que no obran con justicia, no pertenecen a Dios, ni aquellos que no aman a sus hermanos cristianos.
Los que pecan son del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. Por eso vino el Hijo de Dios, para destruir lo que el diablo ha hecho.
Y el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo, fue lanzado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Engañó a los habitantes de la tierra con milagros que hacía en nombre de la bestia, y ordenándoles para que hicieran una imagen de la bestia que había recibido la herida mortal por espada, pero que volvió a la vida.
Y todos los habitantes de la tierra le adorarán, aquellos cuyos nombres no habían sido escritos en el libro de la vida, el libro que pertenece al Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.