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Referencias Cruzadas
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Eclesiastés 5:1

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Ten cuidado cuando entres en la casa de Dios. Es mejor escuchar y responder en lugar de ofrecer sacrificios sin sentido. La gente que hace tal cosa ni siquiera sabe que está actuando mal.

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28 Referencias Cruzadas  

Pero por ser poderoso se volvió arrogante, y esto lo llevó a la ruina. Porque fue infiel al Señor, su Dios, y él mismo entró en el Templo del Señor para quemar incienso en el altar del incienso.

“¿Acaso no hay que responder a tantas palabras? ¿O se demuestra que una persona tiene razón por hablar mucho?

“¿Acaso Dios no vive en el cielo más alto y mira hasta las estrellas más altas?

La asamblea celestial teme a Dios; todos los que lo rodean son abrumados por su presencia.

“¡No te acerques más!” le dijo Dios. “Quítate las sandalias porque estás parado en tierra sagrada”.

“Haz una palangana de bronce con un soporte de bronce para lavar. Colócalo entre el Tabernáculo de Reunión y el altar, y pon agua en él.

Si hablas mucho, te equivocarás. Sé sabio y cuida lo que dices.

El Señor aborrece el sacrificio de los malvados, pero le complacen las oraciones de los justos.

Los sacrificios de los malvados son detestables, y peor aún es cuando los traen con motivaciones malvadas.

Cuando alguien sacrifica un toro, es como un sacrificio humano, y cuando alguien sacrifica un cordero, es como romperle el cuello a un perro. Cuando presentan una ofrenda de grano es como presentar sangre de cerdo, y cuando queman incienso es como adorar a un ídolo. Ya que han elegido actuar así y amar esas cosas repugnantes,

Moisés explicó a Aarón: “Esto es lo que el Señor estaba hablando cuando dijo: ‘Mostraré mi santidad a los que se acerquen a mí; revelaré mi gloria para que todos la vean’”. Pero Aarón no respondió.

Así que de inmediato envié a buscarte, y me complace que hayas venido. Por eso estamos todos aquí, reunidos delante de Dios, listos para escuchar todo lo que el Señor te ha dicho”.

La gente de allí tenía mejor actitud que los de Tesalónica, pues aceptaron rápidamente la palabra, y examinaban las Escrituras cada día para asegurarse de que era correcto lo que les enseñaban.

¿Acaso no tienen sus propias casas donde pueden comer y beber? ¿Menosprecian la casa de Dios, y humillan a los que son pobres? ¿Acaso podría decirles que están haciendo bien? ¡No tengo nada bueno que decirles por hacer esto!

Porque si seguimos pecando deliberadamente después de haber entendido la verdad, ya no hay sacrificio para los pecados.

Recuerden esto, mis queridos amigos: todos deberían ser prontos para escuchar, pero lentos para hablar y lentos para enojarse,

El comandante del ejército del Señor le dijo a Josué: “Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás es tierra santa”. Y Josué lo hizo.




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