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Referencias Cruzadas
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Daniel 9:15

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“Tú, Señor Dios nuestro, con tu gran poder nos sacaste de Egipto, haciéndote un nombre que dura hasta ahora. Pero nosotros hemos pecado, hemos hecho cosas malas.

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30 Referencias Cruzadas  

Porque ellos son tu pueblo, te pertenecen. Tú los sacaste de Egipto, de en medio de un horno donde se fundeel hierro.

porque han hecho lo que es malo a mis ojos y me han hecho enojar desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta hoy”.

Pero si recapacitan en su tierra de cautiverio y se arrepienten y te piden misericordia, diciendo: ‘Hemos pecado, hemos hecho mal, hemos actuado con maldad’,

Ellos son tus siervos y nuestro pueblo. Los has salvado con tu gran poder y tu increíble fuerza.

por favor escucha y enfoca tu atención en la oración de tu siervo que te estoy orando ahora, día y noche, en nombre de tus siervos, los israelitas. Confieso los pecados que los israelitas hemos cometido contra ti, incluidos los míos y los de mi familia.

Te manifestaste con señales y milagros contra el Faraón, todos sus funcionarios y todo el pueblo de su tierra, porque reconociste la arrogancia con que trataron a nuestros antepasados. Te creaste una maravillosa fama que la gente sigue reconociendo hasta el día de hoy.

Tanto así que los salvó por su carácter santo, y para mostrar su poder

“Cuando en el futuro sus hijos vengan a ustedes y les pregunten: ‘¿Por qué es importante esta ceremonia’ deberán decirles: ‘El Señor nos sacó de Egipto, la tierra de nuestra esclavitud, mediante su asombroso poder.

De esta manera, será como una señal en la mano y un recordatorio en la frente, porque el Señor nos sacó de Egipto por su asombroso poder”.

Así que Moisés le dijo al pueblo: “Recuerden que este es el día en que dejaron Egipto, la tierra de su esclavitud, porque el Señor los sacó de allí con su asombroso poder. (Nada con levadura en él será comido).

Cuando celebren esta ceremonia será como una señal en su mano y un recordatorio en la frente de que esta enseñanza del Señor debe ser contada con regularidad. Porque el Señor los sacó de Egipto con su gran poder.

Los egipcios sabrán que soy el Señor cuando me gane su respeto a través del Faraón, sus carros y su caballería”.

Pero Moisés suplicó al Señor su Dios, diciendo: “¿Por qué estás enojado con el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto con tremendo poder y gran fuerza?

Pero el Señor le dijo a Moisés: “Ahora verás lo que le haré al Faraón. Con mi gran fuerza lo obligaré a dejarlos ir; por mi poder los enviará fuera de su país”.

“Así que di a los israelitas: ‘Yo soy el Señor y los salvaré del trabajo forzoso que les imponen los egipcios; yo los liberaré su esclavitud. Los rescataré usando mi poder e imponiendo fuertes castigos.

Sin embargo, te he dejado vivir para que veas mi poder, y para que mi reputación sea conocida por toda la tierra.

Los cipreses crecerán en lugar de los arbustos de espinas; los mirtos crecerán en lugar de las zarzas. Esto es para confirmar la reputación del Señor: una señal eterna, que nunca será destruida.

Desde el principio, nadie ha oído hablar, nadie ha prestado atención y nadie ha visto a ningún Dios excepto a ti, el que ayuda a los que ponen su confianza en ti.

Señor, reconocemos nuestra maldad, la culpa de nuestros antepasados y nuestros propios pecados contra ti.

Firmé la escritura y la sellé, hice que la atestiguaran y pesé la plata con la balanza.

“Nosotros somos pecadores; nosotros somos rebeldes ¡y tú no nos has perdonado!”

Pero ella se rebeló contra mis reglas, actuando con más maldad que las naciones, y desafió mis reglamentos más que los países que la rodean. Su pueblo rechazó mis reglas y se negó a seguir mis normas.

Pero nosotros hemos pecado, hemos hecho el mal. Hemos actuado con maldad, nos hemos rebelado contra ti. Nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes.

El hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser llamado tu hijo’.

“Pero el recaudador de impuestos se quedó a la distancia. Ni siquiera era capaz de mirar al cielo. En lugar de ello golpeaba su pecho y oraba: ‘Dios, por favor, ten misericordia de mí. Soy un pecador’.

Él nos salvó de la muerte, y pronto lo hará otra vez. Tenemos plena confianza en que Dios seguirá salvándonos.

Recuerda que una vez fueron esclavos en Egipto, y que el Señor su Dios los sacó de allí con su gran poder y su increíble fuerza. Es por eso que el Señor tu Dios te ha ordenado que guardes el día de reposo.




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