Daniel 7:9

Versión Biblia Libre

Mientras yo observaba, se colocaron tronos y el Anciano de los Días tomó asiento. Sus ropas eran blancas como la nieve y sus cabellos parecían la lana más pura. Su trono ardía como las llamas; sus ruedas, como el fuego ardiente.

Referencias Cruzadas

1 Reyes 22:19

Micaías continuó diciendo: “Escucha, pues, lo que dice el Señor. Vi al Señor sentado en su trono, rodeado de todo el ejército del cielo que estaba a su derecha y a su izquierda.

2 Crónicas 18:18

Micaías continuó diciendo: “Escucha, pues, lo que dice el Señor. Vi al Señor sentado en su trono, rodeado de todo el ejército del cielo que estaba a su derecha y a su izquierda.

Salmos 45:8

Tus mantos son perfumados con aloe, mirra y casia; te hace feliz la música que es tocada en instrumentos de cuerda en hermosos palacios decorados con marfil.

Salmos 90:2

Antes de que las montañas nacieran, antes de que trajeras al mundo la tierra y el universo, desde la eternidad pasada, hasta la eternidad futura, haz sido Dios.

Salmos 93:2

Tu trono ha existido desde eras pasadas; tú eres eterno.

Isaías 6:1

El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado con majestad en un trono alto, y la cola de su manto llenaba el Templo.

Isaías 9:6

Porque nos nacerá un niño, se nos dará un hijo. Él llevará la responsabilidad de gobernar. Se llamará Consejero maravilloso, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de la paz.

Jeremías 49:38

En Elam instalaré mi trono y destruiré a su rey y a sus funcionarios, declara el Señor.

Ezequiel 1:26

Por encima de la extensión sobre sus cabezas vi lo que parecía un trono hecho de lapislázuli. Sentado en el trono en lo alto había un ser que parecía un hombre.

Daniel 7:13

Mientras seguía observando en mi visión que tuve aquella noche, vi a uno como un hijo de hombre que venía con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano de los Días y fue conducido a su presencia.

Daniel 7:22

hasta que vino el Anciano de los Días y dictó sentencia a favor de el pueblo dedicado del Altísimo, y en ese momento tomaron posesión del reino.

Miqueas 5:2

Pero de ti, Belén Efrata, (aunque eres solamente un lugar pequeño en Judá), nacerá un gobernante de Israel que hará mi voluntad. Su existencia es desde la eternidad pasada.

Habacuc 1:12

¿No has existido desde la eternidad pasada? Tú eres el Señor mi Dios, mi Santo, y no mueres. Señor, tu los nombraste para dar juicio; Dios, nuestra Roca, tú los enviaste para castigarnos.

Mateo 17:2

Entonces Jesús se transformó frente a ellos. Su rostro brillaba como el sol. Sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.

Mateo 28:3

Su rostro resplandecía como un relámpago, y sus ropas eran blancas como la nieve.

Marcos 9:3

Sus vestiduras brillaban de lo blancas que estaban, más blancas de lo que cualquier persona sobre la tierra podría emblanquecer.

Hechos 2:30

Pero él era un profeta, y sabía que Dios había prometido bajo juramento poner en su trono a uno de sus descendientes.

Hechos 2:33

Ahora él ha sido exaltado a la diestra de Dios y ha recibido del Padre al Espíritu Santo, el cual prometió, y ha derramado lo que ustedes están viendo y oyendo.

Filipenses 3:9

Quiero ser uno con él, no ser justificado por lo que he hecho, o por lo que la ley demanda, sino por mi fe en él.

1 Timoteo 6:16

Él es el único inmortal, y vive en la luz inaccesible. Nadie lo ha visto nunca, ni puede hacerlo. ¡El honor y el poder eterno son suyos! Amén.

1 Juan 1:5

Este es el mensaje que recibimos de él y que nosotros les declaramos a ustedes: Dios es luz, y no hay ningún vestigio de oscuridad en él.

Apocalipsis 1:14

Su cabello lucía como lana blanca, y sus ojos como fuego ardiente.

Apocalipsis 19:18

Aquí pueden comer la carne de los muertos: reyes, líderes, y hombres poderosos, así como carne de caballos y sus jinetes, la carne de todas las gentes, libres o esclavos, grandes y pequeños”.

Apocalipsis 20:4

Entonces vi gente sentada en tronos, y se les había dado la responsabilidad de juzgar, y las almas de los que habían sido decapitados por su testimonio acerca de Jesús y por predicar la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca en sus frentes ni en sus manos. Y ellos vivieron y reinaron con Cristo durante mil años.

Apocalipsis 4:2

E inmediatamente fui lleno del Espíritu y vi un trono en el cielo, y había alguien sentado sobre él.