“Pero después de ti se levantará otro reino que es inferior a tu reino y reemplazará al tuyo. Después de él se levantará un tercer reino que es de bronce y gobernará todo el mundo.
Viste los pies y los dedos de los pies hechos de hierro y barro cocido, y esto indica que será un reino dividido. Tendrá parte de la fuerza del hierro pero mezclada con arcilla.
Luego, en la visión que tuve esa noche, apareció una cuarta bestia. Era aterradora, espantosa y extremadamente poderosa, con grandes dientes de hierro. Destrozaba y devoraba a sus víctimas, y luego pisoteaba lo que quedaba. Esta bestia era diferente a las anteriores, y tenía diez cuernos.
Llegará a ser muy poderoso, pero no por su propio poder. Será terriblemente destructivo, y tendrá éxito en todo lo que haga. Destruirá a los grandes líderes y al pueblo dedicado a Dios.
“Después de sesenta y dos semanas, el Mesías será condenado a muerte y quedará reducido a la nada. Llegará al poder un gobernante cuyo ejército destruirá la ciudad y el santuario. Su fin llegará como un diluvio. La guerra y la devastación continuarán hasta que se complete ese período de tiempo.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Damasco ha pecado en repetidas ocasiones y por ello no vacilaré en castigarlos, porque golpean al pueblo de Galaad con trillos de hierro.