Daniel se acercó a Arioc, el comandante de la guardia imperial, a quien el rey había puesto a cargo de la orden de ejecutar a todos los sabios de Babilonia. Con sabiduría y tacto
Después de haber mojado el trozo de pan, lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. Cuando Judas tomó el pan, Satanás entró en él. “Lo que vas a hacer, hazlo rápido”, le dijo Jesús.