Daniel 10:16

Versión Biblia Libre

Entonces el que parecía un ser humano me tocó los labios y pude hablar. Le dije al que estaba frente a mí: “Señor mío, desde que vi la visión he estado agonizando y me siento muy débil.

Referencias Cruzadas

Éxodo 4:10

Entonces Moisés dijo al Señor: “Discúlpame, pero no soy bueno con las palabras, ni lo he sido en el pasado, ni desde que comenzaste a hablar conmigo, tu siervo. Soy de hablar lento y no digo las cosas bien”.

Éxodo 4:13

“Por favor, Señor, ¡envía a otra persona!” respondió Moisés.

Eclesiastés 1:18

Porque una gran sabiduría conlleva una gran frustración. Cuanto mayor es el conocimiento, más grande es la afflicción.

Isaías 6:7

Me tocó la boca con él y me dijo: “¡Mira! Esto ha tocado tus labios, así que ahora tu culpa ha sido quitada y tu pecado ha sido perdonado”.

Jeremías 1:9

El Señor extendió su mano, me tocó la boca y me dijo “Mira, he puesto mis palabras en tu boca.

Ezequiel 1:26

Por encima de la extensión sobre sus cabezas vi lo que parecía un trono hecho de lapislázuli. Sentado en el trono en lo alto había un ser que parecía un hombre.

Ezequiel 3:27

“Sin embargo, cuando hable contigo, te abriré la boca para que les digas que esto es lo que dice el Señor Dios. Los que quieran escuchar, escucharán, y los que quieran negarse, se negarán, porque son un pueblo rebelde”.

Ezequiel 33:22

La noche anterior, antes de que llegara el mensajero, el Señor me había tocado para que pudiera volver a hablar. Esto fue antes de que el hombre viniera a verme por la mañana. Ya no estaba mudo; podía volver a hablar.

Daniel 12:8

Escuché la respuesta, pero no la entendí. Así que pregunté: “Mi señor, ¿cuál es el resultado final de todo esto?”

Daniel 4:19

Cuando Daniel (también llamado Beltsasar) escuchó esto, se angustió por un tiempo, perturbado mientras pensaba en ello. El rey le dijo: “Beltsasar, no te preocupes por el sueño y lo que significa”. “Mi señor, sólo deseo que este sueño sea para los que te odian y la explicación para tus enemigos”, respondió Daniel.

Daniel 7:15

Yo, Daniel, estaba profundamente perturbado; las visiones que habían pasado por mi mente me asustaban.

Daniel 7:28

Este es el final del resumen. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me perturbaron mucho y mi rostro palideció, pero me lo guardé todo para mí.

Daniel 8:15

Mientras yo, Daniel, trataba de entender lo que significaba esta visión, de repente vi a alguien que parecía un hombre de pie frente a mí.

Daniel 8:17

Cuando se acercó a mí, me aterroricé y caí de bruces ante él. “Hijo de hombre”, me dijo, “tienes que entender que esta visión se refiere al tiempo del fin”.

Daniel 8:18

Mientras me hablaba, perdí el conocimiento mientras me tumbaba boca abajo en el suelo. Pero él me agarró y me ayudó a ponerme de pie.

Daniel 8:27

Después de esto, yo, Daniel, quedé exhausto y estuve enfermo durante días. Luego me levanté y volví a trabajar para el rey, pero estaba desolado por lo que había visto en la visión y no podía entenderlo.

Daniel 9:21

Mientras seguía orando, Gabriel, a quien había visto anteriormente cuando tuve la visión, vino volando rápidamente hacia mí a la hora del sacrificio vespertino.

Lucas 1:64

E inmediatamente pudo hablar de nuevo, y comenzó a alabar a Dios.

Lucas 21:15

pues yo les daré palabras de sabiduría que sus enemigos no podrán rebatir o contradecir.

Juan 20:28

“¡Mi señor y mi Dios!” respondió Tomás.

Josué 5:14

Josué cayó al suelo con el rostro en alto. Y entonces dijo: “¿Qué órdenes tiene mi señor para su siervo?”

Apocalipsis 1:13

y en medio de los candelabros estaba en pie alguien que parecía como un Hijo de hombre. Usaba una túnica que llegaba hasta sus pies, con un cinto dorado que cruzaba su pecho.

Jueces 13:8

Entonces Manoa oró al Señor: “Por favor, Señor, que el hombre de Dios que nos enviaste regrese a nosotros para explicarnos qué debemos hacer con el niño que va a nacer”.

Jueces 6:13

“Perdona, mi señor, pero si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha pasado todo esto?” respondió Gedeón. “¿Dónde están todos sus maravillosos milagros que nos recordaban nuestros antepasados cuando decían: ‘¿No fue el Señor quien nos sacó de Egipto?’. Pero ahora el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado a los madianitas”.

Jueces 6:15

“Perdona, mi señor, pero ¿cómo puedo salvar a Israel?” respondió Gedeón. “¡Mi familia es la menos importante de la tribu de Manasés, y yo soy la persona menos importante de esa familia!”.