Sus ojos son como palomas junto a manantiales de agua, lavados con leche y engastados como joyas resplandecientes.
y piedras de ónix y otras gemas para ser usadas en la fabricación del efod y el pectoral.
¡Mira qué hermosa eres, querida, qué hermosa! Tus ojos son suaves como palomas.
¡Qué hermosa estás, querida, qué hermosa! Tus ojos son como palomas detrás de tu velo. Tu cabello fluye como un rebaño de cabras bajando del monte Galaad.
No hay ser vivo que esté oculto de su vista; todo está expuesto y es visible ante aquél a quien hemos de rendirle cuentas.