Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, gritando a gran voz a todas las aves que vuelan en el cielo: “Vengan y reúnanse para la gran fiesta de Dios.
Mi pueblo es como un ave de rapiña manchada a mí con otras aves de rapiña dando vueltas para atacarlo. Ve y trae a todos los animales salvajes para que se coman el cadáver.
Entonces vi a otro ángel que volaba por en medio del cielo. Tenía el evangelio eterno para que se anunciara a los habitantes de la tierra, a cada nación, tribu, lengua y pueblo.
Entonces vi y escuché a un águila que volaba en medio del cielo y gritaba a gran voz: “Desastre, desastre, desastre viene sobre los habitantes de la tierra por lo que sucederá cuando los últimos tres ángeles hagan sonar sus trompetas”.