Elías el tisbita, (de Tisbe en Galaad), le dijo a Acab: “¡Vive el Señor, el Dios de Israel, al que sirvo, que en los años venideros no habrá rocío ni lluvia si yo no lo digo!”
Sin embargo, en esta ocasión trataré a la tierra de Gosén de manera diferente, que es donde vive mi pueblo, y no habrá allí ningún enjambre de moscas. Así es como sabrán que yo, el Señor, estoy aquí en su país.
En un tiempo el Señor dijo que eras un olivo sano, lleno de hojas y que daba hermosos frutos. Pero con gran ruido le prenderá fuego, destruyendo sus ramas.
Pueblo de Sión, levántate y comienza a trillar, porque yo haré para ti bocinas de hierro, y pezuñas de bronce para que hagas pedazos muchas naciones. Tu presentarás el botín y su riqueza al Señor de toda la tierra.
Nadie enciende una lámpara y luego la esconde bajo un tazón. No, la lámpara se coloca en un lugar alto para que todos los que entran a la casa pueda ver la luz.
Ahora, si algunas de las ramas han sido arrancadas, y tú—un brote silvestre de olivo—has sido injertado, y has compartido con las demás ramas el beneficio de las raíces del árbol de olivo,
En este tiempo el Señor puso a la tribu de Leví a cargo de llevar el Arca del Pacto del Señor, así como de servir al Señor poniéndose en su presencia, y de pronunciar bendiciones en su nombre, como continúan haciendo hasta hoy.
Este es el significado de las siete estrellas que viste en mi mano derecha, y los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.