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Referencias Cruzadas
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Amós 4:6

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Yo me aseguré de que no tuvieran nada que comer en sus ciudades, y que hubiera escasez de dinero en donde habitaban, pero aún así no volvieron a mi, dice el Señor.

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31 Referencias Cruzadas  

Elías el tisbita, (de Tisbe en Galaad), le dijo a Acab: “¡Vive el Señor, el Dios de Israel, al que sirvo, que en los años venideros no habrá rocío ni lluvia si yo no lo digo!”

Así que Elías fue a presentarse ante Acab. Mientras tanto, el hambre se había agravado en Samaria.

Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en esa zona. Los hijos de los profetas estaban sentados a sus pies, y él dijo a su criado: “Usa la olla grande y hierve un poco de guiso para los hijos de los profetas”.

Eliseo le dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: “Tú y tu familia tienen que prepararsu equipajee irse, y tendrán que vivir donde puedan, en otro lugar como extranjeros. Porque el Señor ha anunciado que vendrá una hambruna a la tierra y que durará siete años”.

Incluso en esta época en que tenía tantos problemas, el rey Acaz pecaba cada vez más contra el Señor.

Señor, tú tienes la mano levantada, pero ellos no lo ven. Que vean tu apasionado compromiso por tu pueblo y se avergüencen; ¡que el fuego reservado para tus enemigos los destruya!

¡Presten atención! El Señor, el Señor Todopoderoso, le quitará a Jerusalén y a Judá todo aquello de lo que dependen: sus reservas de alimentos y todos los medios de abastecimiento de agua,

Los arameos del este y los filisteos del oeste han devorado con avidez a Israel. En todo esto sigue enojado y su mano sigue levantada.

Pero el pueblo no volvió al que lo castigó; no vino a adorar al Señor Todopoderoso.

Si salgo al campo, veo a los muertos por la espada; si voy a la ciudad, veo a los muertos por el hambre. Tanto los profetas como los sacerdotes vagan por el campo; no saben lo que hacen.

Señor, ¿no buscas siempre la fidelidad? Los derrotaste, pero no les importó. Estuviste a punto de destruirlos, pero se negaron a aceptar tu disciplina. Eran tercos, duros como una roca, y no se arrepentían.

“Esto es lo que dice el Señor Dios: ¡Será mucho peor cuando envíe mis cuatro severos juicios contra Jerusalén: la guerra, el hambre, los animales salvajes y las enfermedades, de modo que tanto las personas como los animales mueran!

“Así que actué para reducir mis bendiciones parati. Dejé que tus enemigos los filisteos hicieran lo que quisieran contigo. Incluso ellos se avergonzaron de tu inmoralidad.

Sin embargo, como mi pueblo se niega a regresar a mi, tampoco volverán a la tierra de Egipto sino que Asiria será su rey.

Entonces me iré y volveré de donde vine, hasta que reconozcan sus faltas, y en su desesperación busquen mi rostro y supliquen mi ayuda”.

¿No hemos visto como se han llevado la comida frente a nuestros ojos? No hay gozo ni alegría en el Templo de Dios.

“Sin embargo, si a pesar de toda esta corrección no cambian sino que siguen en rebeldía contra a mí,

Enviaré una hambruna para que haya escasez de pan. Un horno servirá para las necesidades de diez mujeres que hacen pan. Se distribuirá por peso para que coman, pero no tendrán suficiente.

Golpeé con tizón, moho y granizo sobre todo lo que trabajabas, pero aún así te negaste a Volver a mi, dice el Señor.

Sembrarás mucha semilla en el campo, pero cosecharás muy poco porque las langostas la destruirán.

Yo le di tiempo de arrepentirse de sus pecados sexuales, pero ella no está dispuesta a hacerlo.

Hubo una hambruna durante la época en la que los jueces gobernaban Israel. Un hombre dejó Belén de Judá y se fue a vivir como exiliado en el país de Moab, junto con su esposa y sus dos hijos.




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