Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Damasco ha pecado en repetidas ocasiones y por ello no vacilaré en castigarlos, porque golpean al pueblo de Galaad con trillos de hierro.
Todo lo que quedó del ejército de Joacaz fueron cincuenta jinetes, diez carros y diez mil soldados, pues el rey de Aram había destruido al resto, convirtiéndolos en polvo como cuando se trilla el grano.
“¿Por qué lloras, mi señor?” , preguntó Jazael. “Porque sé las cosas malas que les vas a hacer a los israelitas”, le respondió Eliseo. “Prenderás fuego a sus fortalezas, matarás a sus jóvenes con la espada, harás pedazos a sus pequeños y desgarrarás a sus mujeres embarazadas”.
¡No se usa una herramienta pesada para trillar el eneldo! No se usa la rueda de un carruaje para trillar el comino. En lugar de eso, se usa un palo para trillar el eneldo y una vara para trillar el comino.
¡Mira! Te convertiré en una trilladora nueva y afilada, con muchos dientes puntiagudos. Trillarás los montes y aplastarás las colinas, convirtiéndolas en paja.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Edom ha pecado en repetidas ocasiones, y por ello no vacilaré en castigarlos, porque han perseguido a los Israelitas, quienes son parte de su misma familia, matándolos con espada. Los atacaron sin misericordia, despedazándolos con ira insaciable.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Amón ha pecado en repetidas ocasiones y por ello no vacilaré en castigarlos, porque han abierto los vientres de mujeres embarazadas en Galaad, como parte de su guerra para ensanchar su territorio.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Gaza ha pecado en repetidas ocasiones, y no vacilaré en castigarlos, porque enviaron comunidades enteras al exilio, y los entregaron a Edom.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Tiro ha pecado en repetidas ocasiones y por ello no vacilaré en castigarlos, porque han exiliado comunidades enteras, entregándlas a Edom, y no guardaron su pacto de ayudarse unos a otros como miembros de la misma familia.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Moab ha pecado en repetidas ocasiones, por lo tanto no vacilaré en castigarlos, porque han profanado los huesos del rey de Edom, quemándolos y convirtiéndolos en cal.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Judá ha pecado repetidas veces y no vacilaré en castigarlos, porque han rechazado la ley del Señor y no han guardado sus mandamientos. Sus mentiras los han descarriado. Las mismas mentiras que creyeron sus antepasados.
Esto es lo que dice el Señor: El pueblo de Israel ha pecaso muchas veces y por ello no vacilaré en castigarlos, porque vendena personas buenas por plata, y a personas pobres por un par de sandalias.
Una profecía: Un mensaje del Señor a la tierra de Hadrac, y Damasco es su principal objetivo. Porque los ojos de todos los seres humanos y todas las tribus de Israel están atentos al Señor,