Recab y Baná, hijos de Rimón de Berot, se dirigieron a la casa de Isboset, llegando con el calor del día, cuando el rey estaba tomando su descanso de mediodía.
Una tarde, David se levantó de dormir la siesta y se paseó por el tejado del palacio. Desde el tejado vio a una mujer bañándose, una mujer muy hermosa.
Isboset tenía dos comandantes de sus bandas de asalto. Eran hermanos y sus nombres eran Baná y Recab. Eran hijos de Rimón, de la tribu de Benjamín, de la ciudad de Berot. Berot se considera parte del territorio de Benjamín,
Uno de los funcionarios de Elá, llamado Zimri, que estaba a cargo de la mitad de sus carros, tramó una rebelión contra él. Una vez Elá estaba en Tirsa, emborrachándose en la casa de Arza, el administrador del palacio de Tirsa.
Cuando los arameos se fueron, dejaron a Joás malherido. Pero entonces sus propios oficiales conspiraron contra él por haber asesinado al hijo del sacerdote Joiada, y lo mataron en su lecho. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en el cementerio de los reyes.
Después de que Amasías renunció a seguir al Señor, se tramó un complot contra él en Jerusalén, y huyó a Laquis. Pero los conspiradores enviaron hombres a Laquis para perseguirlo, y allí lo mataron.