Isboset no se atrevió a decirle nada más a Abner porque le tenía miedo.
Entregaré el reino de la dinastía de Saúl y ayudaré a establecer el gobierno de David sobre Israel y Judá, desde Dan hasta Beerseba”.
Entonces Abner envió mensajeros para que hablaran en su nombre con David, diciéndole: “Después de todo ¿a quién pertenece el país? Haz un acuerdo conmigo, y puedes estar seguro de que estaré de tu lado para que todo Israel te siga”.
Has enviado terremotos a nuestra tierra y la has dividido. Ahora sana las grietas porque la tierra todavía tiene temblores.