Cuando el rey David llegó a la ciudad de Bahurim, un hombre de la familia de Saúl estaba saliendo. Se llamaba Simei, hijo de Gera, y gritaba maldiciones al llegar.
Azmavet, hijo de Adiel, estaba a cargo de los almacenes del rey, mientras que Jonatán, hijo de Uzías, estaba a cargo de los del campo, las ciudades, las aldeas y las torres de vigilancia.