Pero Joab y Abisá se pusieron a perseguir a Abner. Cuando se puso el sol, llegaron hasta la colina de Amma, cerca de Giah, en el camino hacia el desierto de Gabaón.
Abner le gritó a Joab “¿Tenemos que seguir matándonos para siempre? ¿No te das cuenta de que si seguimos así sólo será peor? ¿Cuánto tiempo vas a esperar antes de ordenar a tus hombres que dejen de perseguir a sus hermanos?”