Isboset, hijo de Saúl, tenía cuarenta años cuando se convirtió en rey de Israel, y reinó durante dos años. Sin embargo, el pueblo de Judá estaba del lado de David.
Entonces David envió mensajeros para decirle a Isboset, hijo de Saúl: “Devuélveme a mi mujer Mical; pagué por ella una dote de cien prepucios filisteos”.