El rey respondió: “Quimán cruzará conmigo, y yo lo trataré como mejor te parezca, y haré por ti lo que quieras”.
Entonces, que tu siervo vuelva a su casa, para que yo muera en mi ciudad natal, cerca de la tumba de mi padre y de mi madre. Pero aquí está tu siervo, hijo mío Quimán. Deja que cruce con Tu Majestad, y trátalo como mejor te parezca”.
Así que todos cruzaron el Jordán primero, y luego cruzó el rey. El rey besó a Barzilai y lo bendijo, y luego Barzilai regresó a su casa.
“Pero sé amable con los hijos de Barzilai de Galaad. Tráelos a tu corte real, pues me ayudaron cuando huía de tu hermano Absalón.
Partieron hacia Gerut Quimán, cerca de Belén, y se quedaron allí, antes de partir hacia Egipto