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Referencias Cruzadas
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2 Samuel 14:32

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“Mira” – dijo Absalón, – “te he mandado llamar diciendo: ‘Ven aquí. Quiero que vayas a ver al rey y le preguntes: ¿Por qué me he molestado en volver de Gesur? Hubiera sido mejor que me quedara allí’. Así que ve y haz que me vea el rey, y si soy culpable de algo, que me mate”.

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15 Referencias Cruzadas  

“Fue la mujer que me diste quien me brindó del fruto del árbol, y yo lo comí”, respondió Adán.

Absalón huyó a Talmai, hijo de Amihud, el rey de Gesur. Todos los días David se lamentaba por su hijo Amnón.

Joab fue a la casa de Absalón y preguntó: “¿Por qué tus siervos incendiaron mi campo?” .

Queliab (segundo), cuya madre fue Abigail, viuda de Nabal, de Carmel; Absalón (tercero), cuya madre fue Maaca, hija del rey Talmai, de Gesur;

Ellos son tan maravillosos ante sus propios ojos que no pueden ver sus pecados ni hacer algo al respecto.

¿Acaso no te dijimos en Egipto: ‘Déjanos en paz para que sigamos siendo esclavos de los egipcios’? ¡Hubiera sido mejor para nosotros ser esclavos de los egipcios que morir aquí en el desierto!”

“¡El Señor debería habernos matado en Egipto!” les dijeron los israelitas. “Al menos allí podíamos sentarnos junto a ollas de carne y comer pan hasta que estuviéramos llenos. ¡Pero tenías que traernos a todos aquí en el desierto para matarnos de hambre!”

Pero el pueblo estaba tan sediento de agua que se quejó a Moisés, diciendo: “¿Por qué tuviste que sacarnos de Egipto? ¿Intentas matarnos a nosotros y a nuestros hijos y ganado de sed?”

Los que ocultan sus pecados no prosperarán; pero los que confiesan y se apartan de sus pecados, serán tratados con bondad.

¿Se avergüenzan de las cosas repugnantes que hicieron? No, no se avergüenzan en absoluto, ni siquiera son capaces de sonrojarse. Por eso caerán como los demás, cuando los castigue; caerán muertos, dice el Señor.

Entonces ellos también responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, con sed, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel y no cuidamos de ti?’

Está claro que todo lo que dice la ley se aplica a aquellos que viven bajo la ley, para que nadie pueda tener excusa alguna, y para asegurar que todos en el mundo sean responsables ante Dios.

Cuando Samuel lo alcanzó, Saúl dijo: “¡El Señor te bendiga! He hecho lo que el Señor me ha ordenado”.

Así que, por favor, trátame bien, como prometiste cuando hiciste un acuerdo conmigo ante el Señor. Si he hecho mal, ¡mátame tú mismo! ¿Por qué me llevas a tu padre para que lo haga?”




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