Entonces David envió un mensaje a Tamar al palacio: “Por favor, ten la amabilidad de ir a la casa de tu hermano Amnón y prepararle algo de comida”.
Entonces Amnón se acostó y fingió estar enfermo. Cuando el rey fue a verlo, Amnón le pidió: “Por favor, haz que mi hermana Tamar venga a hacer un par de tortas mientras yo miro, y que me las entregue para comer”.
Así que Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, donde estaba acostado. Tomó un poco de masa, la amasó y cocinó las tortas mientras él miraba.
Una vez que David terminó de construirse casas en la Ciudad de David, hizo un lugar para el Arca de Dios y levantó allí una tienda.