David llamó a uno de sus hombres y le dijo: “¡Adelante, mátalo!”. Así que el hombre cortó al amalecita y lo mató.
El rey Salomón envió a Benaía, hijo de Joyadá, quien cumplió las órdenes del rey y ejecutó a Adonías.
Entonces Benaía hijo de Joyadá regresó y mató a Joab. Lo enterraron en su casa del desierto.
Entnoces el rey ordenó a Benaía, hijo de Joyadá, que ejecutara a Simí, así que éste fue y mató a Simí. De esta manera, el dominio de Salomón sobre el reino quedó asegurado.
Frustra los planes de los astutos para que no tengan éxito.
El salario que reciben los malvados es engañoso, pero los que siembran bondad, cosecharán una buena recompensa.
Entonces le dijo a Jéter, su hijo mayor: “¡Anda, mátalos!”. Pero el joven se negó a sacar la espada, porque era joven y tenía miedo.