Moisés era un pastor que cuidaba el rebaño de Jetro, su suegro, el sacerdote de Madián. Condujo el rebaño lejos en el desierto hasta que llegó al monte de Dios, el monte Horeb.
Nada causará daño ni perjuicio en ninguna parte de mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, de la misma manera que el agua llena el mar.
traeré a estos extranjeros a mi monte santo y los haré felices en mi casa de oración. Aceptaré sus holocaustos y sacrificios, porque mi Templo será llamado casa de oración para todas las naciones.
Esto es lo que dice el Señor: Yo le regresado a Sión, y viviré en Jerusalén. Entonces a Jerusalén se le llamará la “Ciudad Fiel”, y a la montaña del Señor Todopoderoso se le llamará el “Santo Monte”.