2 Pedro 1:1

Versión Biblia Libre

Esta carta viene de parte de Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, quien la envía a los que participan con nosotros de la preciosa fe en nuestro Dios y Salvador Jesucristo, el único que es verdaderamente justo y bueno.

Referencias Cruzadas

Isaías 12:2

¡Mira! ¡Dios es mi salvación! ¡Confiaré en él y no tendré miedo! Porque el Señor es mi fuerza y mi canción, y me ha salvado”.

Jeremías 33:16

Entonces se salvará Judá, y el pueblo de Jerusalén vivirá con seguridad. Este es el nombre que recibirá: El Señor que nos hace justicia.

Mateo 10:2

Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero, Simón (también llamado Pedro), su hermano Andrés, Santiago el hijo de Zebedeo, su hermano Juan,

Mateo 4:18

Mientras caminaba por el mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: Simón, también llamado Pedro, y su hermano Andrés, que estaban lanzando una red en el mar. Ellos vivían de la pesca.

Lucas 1:47

Estoy tan feliz con Dios, mi Salvador,

Lucas 11:49

“Por eso es que Dios en su sabiduría dijo: ‘Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los matarán, y a otros los perseguirán’.

Juan 1:42

Él lo llevó donde estaba Jesús. Mirándolo fijamente, Jesús le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan. Pero ahora te llamarás Cefas”, (que significa “Pedro”).

Juan 12:26

Si ustedes quieren servirme, tienen que seguirme. Mis siervos estarán donde yo esté, y mi Padre honrará a todo el que me sirva.

Juan 20:21

“¡Tengan paz!” les dijo Jesús otra vez. “De la misma manera que el Padre me envió, así yo los estoy enviando a ustedes”.

Hechos 15:14

Simón ha descrito cómo Dios primero reveló su interés por los extranjeros escogiendo entre ellos un pueblo comprometido con él.

Romanos 1:1

Esta carta viene de Pablo, siervo de Jesucristo. Fui llamado por Dios para ser apóstol. Él me designó para anunciar la buena noticia

Romanos 1:12

Así podemos animarnos unos a otros por medio de la fe que cada uno tiene en Dios, tanto la fe de ustedes como la mía.

Romanos 1:17

Porque en la buena noticia Dios se revela como bueno y justo, fiel desde el principio hasta el fin. Tal como lo dice la Escritura: “Los que son justos viven por la fe en él”.

1 Corintios 1:30

Es por él que ustedes viven en Jesucristo, a quien Dios puso como sabiduría para nosotros. Él nos hace justos y nos hace libres.

1 Corintios 15:9

Porque soy el menos importante de todos los apóstoles, ni siquiera adecuado para ser llamado apóstol, siendo que perseguí a la iglesia de Dios.

1 Corintios 9:1

¿No soy libre? ¿No soy un apóstol? ¿No he visto a Jesús, nuestro Señor? ¿Acaso no son ustedes fruto de mi obra en el Señor?

2 Corintios 4:13

Como tenemos el mismo espíritu de confianza en Dios al que se refiere la Escritura cuando dice: “Creí en Dios, por tanto hablé”, nosotros también creemos en Dios y hablamos de él.

2 Corintios 5:21

Dios hizo que Jesús, quien nunca pecó, experimentara las consecuencias del pecado para que nosotros pudiéramos tener un carácter recto, así como Dios es recto.

Gálatas 2:8

(pues el mismo Dios que obraba en Pedro como apóstol a los judíos, también obraba a través de mi como apóstol a los extranjeros),

Efesios 3:5

En las generaciones pasadas esto no se le había explicado a nadie, pero ahora ha sido revelado a los santos apóstoles de Dios y a los profetas por medio del Espíritu,

Efesios 4:11

Los dones que él dio fueron tantos que algunos pudieron ser apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y otros maestros,

Efesios 4:5

El Señor es uno, nuestra confianza en él es una, y hay un solo bautismo;

Filipenses 1:1

Esta carta viene de parte de Pablo y de Timoteo, siervos de Jesucristo, para todo el pueblo de Dios en Cristo Jesús que vive en Filipo y a los líderes y sus asistentes.

Filipenses 1:29

Pues a ustedes no solo se les ha dado el privilegio de confiar en Jesús, sino de sufrir por él también.

Filipenses 3:9

Quiero ser uno con él, no ser justificado por lo que he hecho, o por lo que la ley demanda, sino por mi fe en él.

2 Timoteo 1:5

En mi mente siempre está el recuerdo de tu fe sincera en Dios, la misma fe que tenían tu abuela Loida y tu madre Eunice, y sé que esa misma fe sigue viva en ti.

Tito 1:1

Esta carta viene de parte de Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo. Fui enviado para edificar la fe del pueblo escogido de Dios y para compartir el conocimiento de la verdad que conduce a vidas dedicadas a Dios.

Tito 1:4

Esta carta va dirigida a Tito, mi verdadero hijo por medio de la fe en Dios que tenemos en común. Ten gracia y paz de Dios el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

Tito 2:13

mientras aguardamos la maravillosa esperanza de la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

Santiago 1:1

Esta carta viene de parte de Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo. Es enviada a las doce tribus dispersas en el extranjero. ¡Mis mejores deseos para ustedes!

1 Pedro 1:1

Esta carta viene de Pedro, apóstol de Jesucristo, y es enviada al pueblo escogido de Dios: a los exiliados que están dispersos por todas las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia, y Bitinia.

1 Pedro 1:7

Estas demuestran que su fe en Dios es genuina—aunque también puede ser destruida—y esa fe es más valiosa que el oro. De este modo, su fe en Dios será reconocida y ustedes recibirán alabanza, gloria y honra cuando Cristo aparezca.

1 Pedro 2:7

Él es muy valioso para todos ustedes los que creen. Pero para los que no creen, “La piedra que los constructores rechazaron, y que llegó a ser la piedra angular del fundamento”.

1 Pedro 5:1

Quiero animar a los ancianos que están entre ustedes. Pues yo también soy un anciano, un testigo de los sufrimientos de Cristo, y participaré de la gloria que está por venir.

2 Pedro 1:4

Por medio de estas promesas podemos participar de la naturaleza divina, deshacernos de la corrupción que producen los deseos malos de este mundo.

Judas 1:1

Esta carta viene de parte de Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Santiago. Escribo a los que son llamados y amados por Dios, el Padre, y que son guardados a salvo por Jesucristo: