Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas
- Anuncios -




2 Corintios 5:11

Versión Biblia Libre

Sabiendo lo que es el temor al Señor, tratamos de convencer a otros. Para Dios es claro lo que somos, y espero que esté claro en sus mentes también.

Ver Capítulo Copiar

39 Referencias Cruzadas  

Al partir en su viaje, el terror de Dios se extendió por todos los pueblos de alrededor, así que nadie intentó tomar represalias contra los hijos de Jacob.

El terror asusta a los malvados, los persigue por todas partes, les muerde los talones.

Como me aterra el castigo que Dios me tiene reservado, y debido a su majestad, nunca podría hacer esto.

Porque las flechas del Todopoderoso están en mí; su veneno mina mi espíritu. Los terrores de Dios están alineados contra mí.

¡Cuán rápido son destruidos! Su fin es espantoso.

Todos te temen. ¿Quién podría mantenerse en pie ante tu ira?

¿Quién puede conocer el poder de tu ira? ¿Quién puede entender tu furia de tal forma que te rinda reverencia?

En ese momento los egipcios se volverán como mujeres. Temblarán de miedo cuando el Señor Todopoderoso levante su brazo contra ellos.

Los pecadores que viven en Sión tiemblan de miedo; los insensatos están aterrorizados. Preguntan: “¿Quién puede vivir con este fuego que lo consume todo? ¿Quién puede vivir entre este fuego eterno?”

¿Quién puede resistir su furia? ¿Quién puede soportar el ardor de su ira? Su enojo brota como fuego derretido y rompe las rocas en pedazos.

No tengan miedo de aquellos que pueden matarlos físicamente, pero que no pueden matarlos espiritualmente. En lugar de ello, tengan miedo de Aquel que puede destruirlos física y espiritualmente en Gehena.

Ellos se irán a la condenación eterna, pero los justos entrarán a la vida eterna”.

Déjenme aclararles a qué deben tenerle miedo: Teman a quien después de haber matado el cuerpo, tiene el poder de lanzarlo en el Gehena. De ese deben tener miedo.

“Abrahán le dijo: ‘Si ellos no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerían aunque alguien volviera de entre los muertos’”.

Después de reunirse en la sinagoga, muchos de los judíos y conversos al judaísmo siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablaban con ellos, animándolos a seguir firmes en la gracia de Dios.

“Este hombre está persuadiendo al pueblo para adorar a Dios ilegalmente”, declararon.

Y Pablo debatía en la sinagoga cada sábado, convenciendo tanto a griegos como a judíos.

Sin duda alguna, como ustedes ya saben por lo que han visto y oído—no solo aquí en Éfeso sino por toda Asia—este tal Pablo ha convencido y confundido a mucha gente, diciéndoles que no hay dioses hechos por manos humanas.

El rey reconoce esto, y lo estoy explicando de manera muy clara. Estoy seguro de que él sabe lo que está sucediendo, porque ninguna de estas cosas ha sucedido en secreto.

Entonces concertaron una cita para reunirse con él. Y ese día muchos fueron al lugar donde él estaba. Y Pablo les enseñaba desde la mañana hasta la noche, hablándoles sobre Jesús y sobre el reino de Dios. Trataba de convencerlos acerca de Jesús, usando los escritos de la ley de Moisés y los profetas.

No somos como la mayoría, que hacen negocios con la palabra de Dios por conveniencia. Muy por el contrario: somos sinceros al predicar la palabra de Dios en Cristo, sabiendo que él nos ve.

De modo que somos embajadores de Cristo, como si él rogara por nosotros: “Por favor, vuelvan a él y sean sus amigos”

Como colaboradores de Dios, también les rogamos que no acepten la gracia de Dios en vano.

¿De quién creen que quiero aprobación? ¿De la gente o de Dios? ¿Creen que intento agradar a la gente? ¡Si quisiera hacerlo, no sería un siervo de Cristo!

Cada uno de ustedes debe estar dispuesto a aceptar lo que los demás les dicen a partir de la reverencia por Cristo.

¡Cosa terrible es caer en manos del Dios vivo!

Porque “nuestro Dios es fuego consumidor”.

Salven a todos los que puedan, arrebatándolos del fuego. Muestren misericordia, pero con mucho cuidado, aborreciendo incluso las “vestiduras” contaminadas por la naturaleza pecaminosa de los humanos.

Aquellos que no tengan su nombre escrito en el libro de la vida, fueron lanzados al lago de fuego.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos