Y seguiré haciendo lo que siempre he hecho, para eliminar cualquier oportunidad que otros puedan tener de jactarse de que su obra es igual a la nuestra.
Si otros ejercen este derecho sobre ustedes, ¿no lo merecemos nosotros mucho más? Aun así, nosotros no ejercimos este derecho. Por el contrario, estaríamos dispuestos a soportar cualquier cosa antes que retener el evangelio de Cristo.
¿Por qué cambié mi plan original? ¿Creen que tomo decisiones a la ligera? ¿Creen que cuando hago planes soy como cualquier persona del mundo que dice Sí y No al mismo tiempo?
Cuando estuve allá con ustedes y necesité algo, no fui carga para nadie, porque los creyentes que venían de Macedonia se hicieron cargo de mis necesidades. Estuve decidido a no ser carga para ustedes y nunca lo seré.
Una vez más, no intentamos hablar bien de nosotros mismos, sino que tratamos de darles a ustedes la oportunidad de que se sientan orgullosos de nosotros, a fin de que puedan responderle a los que se enorgullecen de lo exterior y no de lo interior.
Así que mi mejor consejo es que las viudas que son más jóvenes se casen y tengan hijos y se ocupen del hogar. Así no habrá oportunidad para la crítica que proviene del Enemigo.