2 Corintios 1:10

Versión Biblia Libre

Él nos salvó de la muerte, y pronto lo hará otra vez. Tenemos plena confianza en que Dios seguirá salvándonos.

Referencias Cruzadas

Salmos 34:19

Aquellos que hacen lo correcto tienen muchos problemas, pero el Señor los resuelve todos.

Isaías 46:3

Escúchenme, descendientes de Jacob, todos los que quedan del pueblo de Israel. Yo los he cuidado desde que nacisteis, llevándoos desde el nacimiento.

Daniel 3:17

“Si nuestro Dios, a quien servimos, así lo desea, él es capaz de rescatarnos del horno de fuego ardiente. Él nos salvará de su poder, Su Majestad.

Daniel 6:16

Finalmente, el rey dio la orden y Daniel fue llevado y arrojado al foso de los leones. El rey le dijo: “¡Que te salve el Dios al que tan lealmente sirves!”.

Hechos 26:21

Por eso los judíos me agarraron en el Templo y trataron de matarme.

Romanos 15:31

Oren para que pueda estar a salvo de los no creyentes de Judea. Oren para que mi labor en Jerusalén sea bien recibida por los creyentes de allí.

2 Corintios 1:9

De hecho, era como una sentencia de muerte dentro de nosotros. Esto nos sirvió para dejar de depender de nosotros mismos y comenzar a confiar en Dios, quien levanta a los muertos.

2 Corintios 6:9

Somos menospreciados, aunque somos reconocidos; nos han dado por muertos, pero aún estamos vivos; nos han dado latigazos pero no hemos muerto.

1 Timoteo 4:10

La razón por la cual trabajamos y hacemos lo mejor posible es porque nuestra esperanza está puesta en el Dios viviente. Él es el Salvador de todo el mundo, especialmente de los que creen en él.

2 Timoteo 4:17

Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para declarar todo el mensaje, de modo que los extranjeros pudieron oírlo. ¡Fui rescatado de la boca del león!

2 Pedro 2:9

Como pueden ver, el Señor puede rescatar de las dificultades a quienes lo respetan, y puede mantener a los malvados hasta el día del juicio, cuando complete su castigo.

1 Samuel 17:37

David concluyó: “El Señor, que me salvó de las garras del león y del oso, y del mismo modo me salvará de este filisteo”. “Ve, y que el Señor esté contigo”, respondió Saúl.

1 Samuel 7:12

Después de esto, Samuel tomó una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen. La llamó Ebenezer, diciendo: “¡El Señor nos ayudó hasta aquí!”.