Cuando Samuel envejeció, nombró a sus hijos como jefes de Israel.
Puse a mi hermano Hanani a cargo de Jerusalén, junto con Hananías, el comandante de la fortaleza, porque era un hombre honesto que respetaba a Dios más que muchos otros.
Ante Dios y Cristo Jesús, y ante los santos ángeles, yo te instruyo con estas indicaciones sin prejuicio alguno. No actúes con favoritismo.
Tenía treinta hijos que montaban treinta asnos. Tenían treinta ciudades en la tierra de Galaad, que hasta hoy se llaman las Ciudades de Jair.
Tuvo cuarenta hijos y treinta nietos, que montaban setenta asnos. Dirigió a Israel como juez durante ocho años.
Ustedes, que van montados en asnos blancos, sentados en cómodas mantas, viajando por el camino, observen
Ahora su rey es su líder. Yo soy viejo y canoso, y mis hijos están aquí con ustedes. Los he guiado desde que era un niño hasta hoy.