Los levitas bajaron el Arca del Señor y el cofre que contenía los objetos de oro, y los pusieron sobre la gran roca. El pueblo de Bet-semes presentó holocaustos e hizo sacrificios al Señor ese día.
Luego el límite daba la vuelta al oeste de Baalá hasta el monte Seir y pasaba por la ladera norte del monte Yearín hasta la ciudad de Kesalón, bajaba a Bet Semes y seguía hasta Timná.
diciéndoles: “Cuando vean el Arca del Pacto del Señor su Dios siendo llevada por los sacerdotes, los levitas, deben salir del lugar donde estén y seguirla.
Las ratas de oro representaban el número de ciudades filisteas de los cinco gobernantes: las ciudades fortificadas y sus aldeas circundantes. La gran roca sobre la que colocaron el Arca del Señor sigue en pie hasta el día de hoy en el campo de Josué de Bet-semes como testigo de lo que allí ocurrió.