Entonces Saúl les dijo a sus oficiales: “Búsquenme una mujer que sea médium para que pueda ir a pedirle consejo”. “Hay una mujer que es médium en Endor”, respondieron sus oficiales.
Destruiré la confianza de los egipcios. Haré que sus planes se confundan. Preguntarán a sus ídolos y a los espíritus de los muertos qué hacer a través de médiums y espiritistas.
Porque la visión es para un tiempo futuro. Es sobre el fin y no miente. ¡Si parece demorarse en su cumplimiento, espera, porque sin duda llegará y no tardará!
Un día, cuando descendíamos al lugar de la oración, conocimos a una joven esclava que estaba poseída por un espíritu maligno. Ella ganaba para sus amos mucho dinero a través de la adivinación.
Las siguientes ciudades con sus aldeas le fueron asignadas a Manasés, pero se encontraban en la tierra de Isacar y Aser: Bet-san, Ibleam, Dor (en la costa), Endor, Taanac y Meguido.
Para entonces Samuel había muerto, y todo Israel lo había llorado y enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl se había deshecho de los médiums y espiritistas del país.