1 Samuel 28:15

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Entonces Samuel le dijo a Saúl: “¿Por qué me molestas haciéndome subir?” . “Estoy en un problema terrible”, respondió Saúl. “Los filisteos me atacan, y Dios me ha abandonado. Ya no me responde, ni con profetas ni con sueños. Por eso te he llamado para que me digas qué hacer”.

Referencias Cruzadas

Salmos 51:11

No me expulses de tu presencia; no alejes tu Santo Espíritu de mí.

Proverbios 14:14

Las personas desleales reciben el pago por sus actos, pero los justos son recompensados.

Oseas 9:12

Incluso si lograsen concebir hijos, yo me encargaré de que no sobrevivan. ¡Grande es el desastre que vendrá sobre ti cuando yo me aleje!

Mateo 25:41

“También dirá a los de su izquierda: ‘¡apártense de mi, ustedes malditos, vayan al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles!

Jueces 16:20

Ella gritó: “¡Sansón, los filisteos han venido a por ti!”. Sansón se despertó y pensó: “Haré como antes y me liberaré”. Pero no sabía que el Señor lo había abandonado.

1 Samuel 18:12

Saúl tenía miedo de David, porque el Señor estaba con él, pero se había rendido ante Saúl.

1 Samuel 23:2

Entonces David le pidió consejo al Señor: “¿Debo ir a atacar a esos filisteos?” . Y el Señor le dijo a David: “Ve y ataca a los filisteos y salva a Keila”.

1 Samuel 23:4

Entonces David volvió a pedir consejo al Señor, y éste le dijo: “Ve inmediatamente a Keila, porque te daré la victoria sobre los filisteos”.

1 Samuel 28:11

“¿A quién quieres que traiga para ti?” , preguntó la mujer. “Trae a Samuel”, respondió él.

1 Samuel 28:16

“¿Por qué vienes a preguntarme si el Señor te ha abandonado y se ha convertido en tu enemigo?” preguntó Samuel.

1 Samuel 28:6

Pidió consejo al Señor, pero éste no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

1 Samuel 28:8

Saúl se disfrazó vistiendo ropas diferentes. Fue con dos de sus hombres a ver a la mujer por la noche. Saúl le dijo: “Tráeme un espíritu para que pueda hacer algunas preguntas. Te daré el nombre”.

1 Samuel 30:6

David estaba en un gran apuro, porque los hombres estaban tan molestos por la pérdida de sus hijos que empezaron a hablar de apedrearlo. Pero confiando en el Señor, su Dios,