¡Al amanecer, Jacob se dio cuenta de que era Lea! Así que fue donde Labán y con enojo le preguntó: “¿Qué me has hecho? ¡Trabajé para ti por Raquel! ¿Por qué me has engañado?”
Pero el Señor le dijo a Ahías: “Mira, la mujer de Jeroboam viene a preguntarte por su hijo, porque está enfermo. Esto es lo que debes decirle, porque vendrá disfrazada”.
Para entonces Samuel había muerto, y todo Israel lo había llorado y enterrado en Ramá, su ciudad natal. Saúl se había deshecho de los médiums y espiritistas del país.