1 Samuel 24:9

Versión Biblia Libre

“¿Por qué haces caso a la gente que dice que yo quiero hacerte daño”? preguntó David.

Referencias Cruzadas

Salmos 101:5

Haré callar a cualquiera que levante calumnias contra su prójimo. No toleraré a nadie que sea orgulloso o arrogante.

Salmos 141:6

Ellos serán derribados con el poder de la roca que los juzga, y reconocerán que yo digo la verdad.

Proverbios 16:28

Las personas rencillosas causan conflictos, y el chisme nace entre los amigos más cercanos.

Proverbios 17:4

Las personas malvadas escuchan las palabras dañinas; y los mentirosos escuchan las palabras de maldad.

Proverbios 18:8

Escuchar chismes es como comer bocados de tu comida favorita. Llegan hasta lo más profundo.

Proverbios 25:23

Así como el viento del norte trae la lluvia, las personas calumniadoras hacen enojar.

Proverbios 26:28

Si mientes, muestras odio por las víctimas de tus mentiras. Si halagas a las personas, causarás desastre.

Proverbios 29:12

El gobernante que escucha la mentira no tendrá nada, sino solo oficiales malvados.

Jeremías 37:18

Entonces Jeremías le preguntó al rey Sedequías: “¿Qué mal te he hecho a ti, a tus siervos o a este pueblo, para que me pongas en prisión?

Levítico 19:16

“No vayas por ahí difundiendo falsos rumores sobre la gente. No te quedes callado cuando las vidas de otros están en peligro. Yo soy el Señor.

Santiago 3:6

Y la lengua es una llama. Es una espada del mal en medio de las partes del cuerpo. Puede estropearte por completo como persona, y puede derrumbar toda tu vida, pues la enciende el fuego de Gehena.

1 Samuel 20:1

David corrió desde Naiot en Ramá hasta donde estaba Jonatán y le preguntó: “¿Qué he hecho? ¿Qué mal he hecho? ¿Qué cosa terrible le he hecho a tu padre para que quiera matarme?”

1 Samuel 20:41

Después de que el muchacho se había ido, David se levantó de donde estaba, junto al montón de piedras, se tiró al suelo boca abajo y se inclinó tres veces. Entonces él y Jonatán se besaron y lloraron juntos como amigos, aunque David fue el que más lloró.

1 Samuel 24:10

“¡Sólo mira! Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te entregó a mí en la cueva. Algunos me instaron a matarte, pero yo te mostré compasivo y dije: ‘Me niego a atacar a mi amo, porque es el ungido del Señor’.

1 Samuel 24:8

Un poco más tarde, David salió de la cueva y gritó: “¡Mi amo el rey!”. Cuando Saúl miró a su alrededor, David se inclinó con el rostro hacia el suelo.

1 Samuel 26:18

“¿Por qué me persigue mi señor, su siervo? ¿Qué es lo que he hecho? ¿De qué crimen soy culpable?” , continuó.

1 Samuel 26:19

“Por favor, escúchame, mi señor y rey. Si el Señor se ha enfadado conmigo, que se alegre de aceptar una ofrenda. Pero si son los hombres los que lo han hecho, ¡que sean malditos ante el Señor! Durante todo este tiempo me han expulsado de vivir entre el pueblo elegido por Dios, diciéndome: ‘Vete y adora a otros dioses’.