Entonces David le dijo a Abiatar: “Yo sabía que ese día, cuando Doeg el edomita estaba allí, iba a contárselo a Saúl. Es mi culpa que toda tu familia haya muerto.
Pero por tu culpa nos matan día y noche. Somos considerados solo como ovejas listas para el sacrificio.
Le dijo a David que Saúl había matado a los sacerdotes del Señor.