Por la mañana, Jonatán fue al campo, al lugar que había acordado con David, y un muchacho iba con él.
Amasa convocó al ejército de Judá, pero tardó más del tiempo que le habían dado.
Dentro de tres días, ve rápidamente al lugar donde te escondiste cuando todo esto empezó, y quédate allí junto al montón de piedras.
Jonatán abandonó la mesa, y estaba absolutamente furioso. No quiso comer nada en el segundo día de la fiesta, pues estaba muy molesto por la forma vergonzosa en que su padre había tratado a David.
Entonces le dijo al muchacho: “Corre y encuentra las flechas que yo tire”. De modo que el muchacho comenzó a correr y Jonatán le disparó una flecha.