Si él puede pelear conmigo y logra matarme, entonces los filisteos seremos sus esclavos. Pero si lo venzo y lo mato, entonces ustedes serán nuestros esclavos y trabajarán para nosotros”.
Nahas el amonita llegó con su ejército y sitió Jabes de Galaad. Todo el pueblo de Jabes le dijo: “Haz un acuerdo de paz con nosotros, y seremos tus súbditos”.