Uno de los criados respondió: “Conozco a un hijo de Isaí, de Belén, que es bueno tocando el arpa. Es un hombre valiente, buen luchador, de buen hablar y guapo, y el Señor está con él”.
Entonces hasta el soldado más valiente que tenga el corazón de un león se morirá de miedo, porque todos en Israel saben que tu padre es un hombre poderoso que tiene hombres valientes con él.
“Tú sabes cómo son tu padre y sus hombres. Son grandes luchadores, y ahora están tan furiosos como una osa a la que le han robado sus cachorros. En todo caso, tu padre tiene experiencia en tácticas militares, y no pasará la noche con sus hombres.
Así que Isaí mandó a buscarlo y lo trajo delante de Samuel. Tenía una tez roja y unos ojos hermosos, y tenía buen parecer. El Señor dijo: “Ve a ungirlo, porque es él”.