haz que nos entreguen a siete de los descendientes varones de Saúl, y los colgaremos en presencia del Señor en Gabaón de Saúl, el elegido del Señor”. “Se los entregaré”, dijo el rey.
Pues hoy ha ido a sacrificar muchas reses, terneros cebados y ovejas, y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar. En este momento están comiendo y bebiendo con él, gritando: ‘¡Viva el rey Adonías!’
El sacerdote Sadoc tomó el cuerno que contenía aceite de oliva de la Tienda y ungió a Salomón. Luego tocaron la trompeta, y todo el pueblo gritó: “¡Viva el rey Salomón!”.
Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó un ejemplar de la Ley de Dios. Lo proclamaron rey y lo ungieron. El pueblo aplaudió y gritó: “¡Viva el rey!”.
Entonces Joiada y sus hijos sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona y le entregaron un ejemplar de la ley de Dios, y lo proclamaron rey. Lo ungieron y gritaron: “¡Viva el rey!”.
Las multitudes que iban delante de él y las que lo seguían gritaban: “¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”
puedes tener un rey pero sólo uno elegido por el Señor tu Dios. Debe ser un israelita. No debes tener un rey que sea extranjero, alguien que no sea israelita.
Y todos fueron a Gilgal, y confirmaron a Saúl como rey ante el Señor. Sacaron ofrendas de paz para el Señor, y Saúl, junto con todos los israelitas, hizo una gran celebración.