Abner también habló con la gente de Benjamín y fue a Hebrón para comunicarle a David todo lo que los israelitas y toda la tribu de Benjamín habían decidido hacer.
Entonces los marineros dijeron entre sí: “Echemos suertes para descubrir quién es el culpable de este desastre que ha venido sobre nosotros”. Así que echaron suertes y salió el nombre de Jonás.
A Benjamín le dijo: “Que el que ama el Señor se mantenga seguro y a salvo en el Señor. El Señor siempre lo protege, dejándolo descansar sobre sus hombros”.
Pero ahora ustedes han rechazado a su Dios, el que los salva de todos sus problemas y aflicciones. Y le han dicho: ‘Tienes que nombrar un rey que nos gobierne’. Así que ahora preséntense ante el Señor por tribus y grupos familiares”.
Luego hizo que la tribu de Benjamín se presentara por sus grupos familiares, y fue elegido el grupo familiar de Matri. Por último, se eligió a Saúl, hijo de Cis. Pero cuando lo buscaron, no lo encontraron.