Silo haces, el Señor cumplirá la promesa que me hizo cuando dijo: ‘Si tus descendientes viven bien delante mí, con fidelidad y con total compromiso, siempre tendrás a uno de ellos en el trono de Israel’.
Yo lo he elegido para que le enseñe a sus hijos y a su familia a seguir el camino del Señor haciendo lo que es bueno, a fin de que yo, el Señor pueda cumplir lo que le he prometido a Abraham”.
y dijo: ‘¡Alabado sea el Señor, el Dios de Israel! Hoy me ha proporcionado un sucesor para que se siente en mi trono, y he tenido el privilegio de verlo’”.
A su hijo le daré una tribu, para que mi siervo David tenga siempre un descendiente como una lámpara ante mí en Jerusalén, la ciudad que elegí para ser honrada.
“Sobre este Templo que estás construyendo: si sigues lo que te he dicho, cumpliendo mis requisitos y guardando mis mandamientos en lo que haces, cumpliré la promesa que le hice a tu padre David por medio de ti.
Y dijo: “Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú en el cielo de arriba ni en la tierra de abajo. Tú mantienes tu palabra de amor fielcon tus siervos, los que te siguen de todo corazón.
Así que ahora, Señor, Dios de Israel, te ruego que también cumplas la promesa que hiciste a tu siervo, mi padre David, cuando le dijiste: ‘Nunca dejará de haber un descendiente que se siente en mi presencia en el trono de Israel, siempre que se asegure de seguirme como tú lo has hecho’.
entonces aseguraré tu trono para siempre. Yo hice este pacto con tu padre David, diciéndole: ‘Siempre tendrás un descendiente que gobierne sobre Israel’.
Nunca antes hubo un rey como él que se comprometiera con el Señor en todos sus pensamientos y actitudes, y con todas sus fuerzas, guardando toda la Ley de Moisés. Tampoco hubo después un rey como él.
El rey se puso de pie junto a la columna e hizo un acuerdo solemne ante el Señor de seguirlo y de cumplir sus mandamientos, leyes y reglamentos con total dedicación, y de observar los requisitos del acuerdo tal como estaban escritos en el libro. Todo el pueblo aceptó el acuerdo.
“Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre. Sírvele con total dedicación y con una mente dispuesta, porque el Señor examina cada motivación y entiende la intención de cada pensamiento. Si lo buscas, lo encontrarás; pero si lo abandonas, te rechazará para siempre.
“Así que ahora, Señor Dios de Israel, te ruego que cumplas la promesa que hiciste a tu siervo David, mi padre, cuando le dijiste: ‘Si tus descendientes se empeñan en seguir mi camino y en cumplir mi ley como tú lo has hecho, nunca faltará uno de ellos para sentarse en el trono de Israel’.
entonces me aseguraré de que tu reinado sea seguro. Yo hice este acuerdo con tu padre David, diciéndole: ‘Siempre tendrás un descendiente que gobierne sobre Israel’.
Yo reuniré a todas las naciones para que ataquen a Jerusalén. La ciudad será capturada, las casas saqueadas, y las mujeres serán violadas. La mitad de la población será llevada en exilio, pero el resto del pueblo no será quitado de la ciudad.
Pueblo de Israel, ¿qué quiere el Señor su Dios de ustedes? Quiere que respeten al Señor su Dios siguiendo todos sus caminos. Quiere que lo amen. Quiere que adoren al Señor su Dios con toda su mente y con todo su ser,
Si escuchas estas preceptos y te preocupas por cumplirlas, entonces el Señor tu Dios cumplirá su acuerdo y el amor fiel que les prometió a tus antepasados.