Desde entonces Esaú sintió odio hacia Jacob, por causa de la bendición de su padre. Esaú se dijo a sí mismo: “Pronto llegará el tiempo en que lamentaré la muerte de mi padre. ¡Y entonces mataré a mi hermano Jacob!”
Pero los que beban del agua que yo doy, no volverán a tener sed de nuevo. El agua que yo doy se convierte en una fuente de agua rebosante dentro de ellos, dándoles vida eterna”.
El padre de ustedes es el Diablo, y ustedes aman seguir los deseos malos de él. Él fue un asesino desde el principio. Nunca estuvo de parte de la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando él miente, revela su verdadero carácter, porque él es un mentiroso y padre de mentiras.
Y fueron donde los jefes de los sacerdotes y los líderes y dijeron: “Hemos tomado un voto solemne de no comer ni beber hasta que hayamos matado a Pablo.
Pero los cobardes, los que no confían en mí, los que hacen cosas aborrecibles, los asesinos, los que comenten inmoralidad sexual, los que practican hechicería, los que adoran ídolos, los mentirosos, tienen su lugar escogido en el lago que arde con fuego y azufre. Esta es la segunda muerte”.