A mi modo de ver, Dios nos ha puesto como apóstoles en primera fila, condenados a morir. Nos hemos convertido en espectáculo ante todo el universo, para los ángeles y los seres humanos.
Y la ciudad estaba en total caos. La gente corrió hacia el anfiteatro, arrastrando con ellos a Gayo y a Aristarco, quienes eran compañeros de viaje de Pablo, y eran de Macedonia.
¿Es porque son siervos de Cristo? (Esto podría sonar como una locura). Pero yo he hecho mucho más. He trabajado con más esfuerzo, me han llevado preso en muchas más ocasiones, me han azotado más veces de las que puedo contar, he enfrentado la muerte una y otra vez.
En ocasiones fueron mostrados como espectáculos, siendo insultados y atacados. En otros tiempos ustedes se mantuvieron siendo solidarios con los que sufrían.