Daniel 10:8 - La Biblia Textual 3a Edicion8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en abatimiento, y no tuve vigor alguno. Vedi il capitoloPiù versioniBiblia Reina Valera 19608 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno. Vedi il capitoloBiblia Nueva Traducción Viviente8 De modo que quedé allí solo para contemplar tan sorprendente visión. Las fuerzas me abandonaron, mi rostro se volvió mortalmente pálido y me sentí muy débil. Vedi il capitoloBiblia Católica (Latinoamericana)8 Seguí contemplando solo esa gran visión. Estaba sin fuerzas, mi rostro había cambiado de color y perdí el control de todos mis sentidos. Vedi il capitoloBiblia Serafín de Ausejo 19758 Me quedé yo solo contemplando esta gran visión; pero me fallaron las fuerzas, se me desfiguró el rostro y perdí el vigor. Vedi il capitoloBiblia Reina Valera Gómez (2023)8 Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí; antes mi fuerza se me cambió en debilidad, sin retener vigor alguno. Vedi il capitolo |